Microrrelato: Rabanitos y leche de avena
En mi casa rabanitos y en la tuya leche de avena podría ser el título de mi próxima novela de amor autobiográfica.
Desde la última vez que sentí amor he intentado encajar en varias relaciones, sentirme de nuevo enamorada se volvió una obsesión porque la soledad me dolía demasiado.
Finalmente, después de sufrir porque no lograba que ninguna relación funcionara, me acostumbré a esa soledad. Me empezó a gustar. Disfruté de ella todo lo que pude y, sí, a veces era demasiado y sentía un vacío insoportable. Pero seguí adelante, no quedaba de otra.
Y te conocí.
Boluda, hacía años que no publicaba nada bonito en este blog porque hacía años que no lo sentía. Me devolviste esa ilusión que creí perdida porque después de tantos intentos fallidos no creía que fuese capaz de volver a reconocerla. Pero aquí estoy, escribiendo estas líneas, pensando en ti, con un plato de arroz con rabanitos delante y la cerveza que compraste para mí, sonriendo porque me haces sentir feliz.
Edith T. Stone ♥
Qué bonito es enamorarse
ResponderEliminarCoincido completamente ♥
EliminarGracias por pasarte y dejar un comentario :)