¡Hola! Estamos ante la primera reseña del blog porque este 2019 me he propuesto leer más y publicar más contenido en el blog, así que reseña a la vista. El primer libro que me he leído este 2019 ha sido No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas.
Título: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Autora: Laura Norton
Páginas: 352 págs.
Serie: Karma 01
Género: Comedia Romántica
Editorial: Espasa
Fecha de publicación: 2014
Sinopsis: Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título. ¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela. Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos… Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver… Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.
RESEÑA:
Al principio me costó entrar en la historia porque Laura Norton sitúa su comienzo en la adolescencia de la protagonista, Sara Ecribano, cuando esta conoce a Aarón. Esta información es esencial para el desarrollo de la historia, pero como yo estaba esperando algo fresco, divertido y tronchante y el comienzo era lo contrario, me desanimé un poco y abandoné la lectura por unos días.
También tengo que decir que yo solo leo en los trayectos en bus de casa al trabajo y del trabajo a casa y, a veces, como solo tardo 15 minutos en llegar, no me da tiempo a avanzar mucho o ni siquiera saco el libro del bolso. Pero ayer domingo, tan cansada que estaba que no me podía ni levantar de la cama, decidí retomarlo y no pude parar hasta acabarlo.
Sara resultó ser el personaje tronchante que yo me esperaba, pero es que además con sus amistades, su familia y las situaciones tan peculiares en las que se veía envuelta, es imposible que no te acabaras riendo. Y eso que a mí esas situaciones imposibles donde todo sale del revés me resultan estresantes y no puedo leerlas. Es que yo soy una maníaca del control y leer que todo sale mal y que encima es un caos y que nadie entiende a Sara, me desesperaba.
Y aquí es donde la escritura de Laura Norton me enamoró porque es capaz de describir todas esas escenas angustiosas detalladamente haciéndote sentir lo que Sara estaría sintiendo en ese momento, pero con grandes dosis de humor. Parte de ello lo consigue con muchos, muchísimos, diálogos internos que mantiene la protagonista. Evidentemente, ayuda mucho que esté narrado en 1ª persona.
El desarrollo de la historia va a partes iguales entre su o sus relaciones amorosas y su trabajo como plumista. En ambos aspectos Sara va a tener muchos altibajos y va a hacer todo lo posible por sacar a flote su empresa y su relación con Roberto, al que se agarra como un clavo ardiendo para no enfrentarse al hecho de que está enamorada de otro y que ese otro es un imposible porque es el novio de alguien muy importante para ella.
Así que intenta evadirse en el trabajo, pero aquello tampoco sale bien porque si empezar un negocio es difícil, empezar uno como plumista mucho más. ¿O acaso los que no se han leído el libro saben en qué consiste ese trabajo?
Y así vamos llegando al clímax de la historia en el que Sara toma una decisión que la llevará directamente a China. Allí cae enferma, la tienen que operar de urgencia y tiene lo que ella llama "una revelación china" en la que siente que debe aprovechar la vida al máximo. Por eso, cuando Sara regresa a España lo hace con otra mirada al futuro, más decidida, aunque aquello acaba más pronto que tarde al darse cuenta de que realmente su futuro tanto amoroso como profesional estaban ahora en sus manos, únicamente en sus manos, y ya no dependía de otros el cómo acabara la historia. Ahora las personas que antes estorbaban en la ecuación han sido despejadas y es ella la que debe solucionar el problema por sí misma. Y aunque tiene momentos de pánico, como cualquiera, déjame decirte... sobre todo con esa suerte que se trae la pobre, acaba consiguiendo lo que se había propuesto con la ayuda de sus amigos y de su familia.
El final me lo esperaba con algo cómico o trágico, o ambos, pero fue muy dulce y eso también es de agradecer después de lo que Laura Norton hizo sufrir a su protagonista y a nosotros. Un final que tampoco me ha dejado indiferente, que resume muy bien la historia y que nos deja con una sonrisa.
Lo único que no he podido soportar en toda la novela ha sido a la madre de Sara Escribano, necesitaba decirlo jajaja. Las ganas de ahorcar a esa señora eran muy reales.
PELÍCULA:
Para quienes hayan visto la película sin leerse el libro, siento deciros que no tiene nada que ver. Hay escenas completamente cambiadas, otras que no ocurren, otras que solo se nombran por encima, personajes alterados, otros que no existen y la protagonista llega a ser insoportable y a caer mal (algo que en el libro no ocurre), yo no recomiendo verla.
¿Se han leído el libro? ¿Lo conocen?
¿Qué opinan de él?
¡Hasta la próxima!
