Microrrelato: Je suis tombée amoureuse de toi
Ya nos advierten en inglés: to fall in love
¡Y hasta en la lengua del amor!
Tomber amoureux.
Pero en español eliminamos el peligro
y decimos simplemente: «enamorarse».
Pero no hay nada más peligroso y estúpido.
Ningún acto más loco y aterrador,
que el de enamorarse.
Y así me siento yo,
al borde de un precipicio,
sin paracaídas a mis espaldas
porque intentar frenar la caída sería en vano.
Con un pie tanteo el terreno, sé que la caída será dulce.
El viento acariciará mi piel y ondeará mi cabello de la forma más bella.
Mis latidos se acelerarán y subirá mi nivel de adrenalina.
Sé que me va a encantar.
¡Oh Dios!
He hecho esto antes: SÉ que me va a gustar.
Pero en esta ocasión no quiero apresurar la caída.
No es miedo lo que me frena,
o tal vez sí,
pero yo lo disfrazo de sabiduría y experiencia.
Lo disfrazo así para no parecer una cobarde.
Es el acto más loco que alguien puede hacer, sí.
Pero aún así todos lo hacen y solo unos cuantos permanecen con los pies en la tierra.
A veces siento que los valientes son ellos por decidir quedarse aquí y no querer saltar.
Que quizás no estoy siendo cobarde por querer ser como ellos.
Que quizás, por un tiempo, estaría bien no querer saltar tan deprisa.
Porque sé que al final, la caída tendrá un final.
Y sé que me va a doler.
Y voy a dejar de creer en el amor nuevamente.
Y me voy a odiar por haber sucumbido al placer de la caída.
Pero, por ti correría el riesgo, ¿sabes?
Por ti soportaría el dolor.
Porque sé que valdría la pena.
¿Cómo no enamorarse de ti?
¡Quiero saltar! ¡quiero caer por ti!
Solo me falta saber: ¿saltarías tú también?
Tahis.
Precioso. Es verdad, el amor es toda una apuesta. Como tal, se puede perder o ganar y forma parte de los grandes placeres de la vida cuando ganamos.
ResponderEliminarHermoso escrito.
Un abrazo.